lunes, 20 de junio de 2011

Alaska en México. No se trata de una confusión geográfica…

¿Alguna vez has tenido el deseo de escuchar algún concierto que parece imposible por un desfase en el tiempo, pero que, por alguna causa, finalmente se vuelve realidad? Anteriormente viví ese tipo de extraña experiencia al escuchar a Soda Stéreo en su gira de reencuentro en 2007 y la reunión de Cecilia Toussaint con Arpía a finales de 2008, sin olvidar el emotivo concierto de “Rita en el corazón”, que juntó a los músicos de todas las etapas de Santa Sabina como homenaje en vida para la guerrera del rock mexicano, en diciembre de 2010. Todos fueron, momentos personalmente inolvidables, irrepetibles y que, hasta cierto punto se vislumbraban imposibles.
Hace unos días tuve la oportunidad de vivir una situación similar pero con sus peculiaridades, un concierto que deseaba desde mi adolescencia, pero que fue, más que una experiencia retro, la oportunidad de disfrutar de una de las carreras más interesantes e impecables de la música en español: Alaska (Olvido Gara) y Nacho Canut, o lo que es lo mismo, Fangoria (antes Dinarama y mucho antes Pegamoides).
Aunque su carrera ha tenido altibajos, nunca ha dejado de ser propositiva y al llegar a un momento muy sólido, con su anterior disco de estudio, Absolutamente, fue que decidieron arriesgar por lo que tanto habían renegado en sus 20 años como Fangoria: hacer un disco de los éxitos de su carrera, incluyendo los de sus grupos anteriores, pero como bien dicen, cae más pronto un hablador que un cojo, y decidieron morderse la lengua para bien de quienes admiramos todas las etapas de su carrera tan dilatada (más de 30 años de constancia y arte pop). Aunque ya habían dado guiños a su carrera anterior auto-reversionando temas como Cebras, Carne, huesos y tú, Otra dimensión o La mosca muerta , ahora lo hicieron totalmente en forma con disco y promoción, gira incluida, no sea que el mundo realmente se acabe en 2012, además una veintena de discos detrás lo merece…
Operación vodevil es el nombre de la gira con la que llegaron a la capital mexicana, donde se presentaron una sola fecha, el pasado viernes 10 de junio. Llenar el Teatro Metropólitan de México (con capacidad para 3,000 personas) no parecería el mayor de los logros para un grupo con tanta experiencia, pero para Alaska y Nacho lo es después de buscarse un lugar entre el público mexicano sin una promoción constante. A pesar de la edición de los discos más recientes de Fangoria en México, el carácter del grupo sigue siendo su virtud y vicio: ser un pop “underground” pues aunque vende bien y es radiable, no llega a grandes masas, quizá por lo complejo del concepto: música de baile con letras muy bien trabajadas. Si a eso le aunamos la actitud tan punk-renuente que los caracteriza (sin importarles despotricar contra tres cuartas partes del mundo), obtenemos una combinación muy rara para el consumo actual. Aunque esto parece toda una contradicción, se trata de una de las mayores coherencias en el mundo musical.
En los conciertos anteriores de Fangoria en México (2005 y 2009), se habían presentado en el Salón Vive Cuervo, con capacidad para la mitad de público, con lleno y aclamación total, pero esta vez el Metropólitan resultaba más idóneo para la gira de sus éxitos con espectáculo tipo cabaret. Y es que el repertorio repasa sus grandes éxitos de los años 80 y de la década más reciente, algo doblemente atractivo, todo junto por única ocasión.
Aunque Olvido y Nacho nunca han estado inactivos, la década de los 90 fue poco repasada en los temas elegidos para el directo (que no para el disco recopilatorio), debido a la mayor introspección de los temas y su baja repercusión, quedaron fuera de la gira que repasa los temas más representativos y energéticos de su carrera.
Alaska es sorprendente en todas sus facetas, es una mujer muy culta bajo el escenario, en entrevistas, ruedas de prensa y cualquier manifestación relacionada con los medios, pero encima del escenario es una diva irrepetible, pues a pesar de ser pequeña de estatura y no ser la mejor cantante, llena el espacio por el simple hecho de su presencia y energía. Una vez más lo comprobamos, no dejó de ser aclamada durante las dos horas de la presentación, en la que un público mayoritariamente gay dejó sudor y voz esa noche en aquel foro.
Resulta curioso mencionar que, si bien había público de todas las edades, los jóvenes destacamos entre los seguidores actuales y que varias personas conocen solo una parte del repertorio, ya sea el viejo de los ochenta o el nuevo de la última década. Pero también muchos nos sabemos al derecho y al revés las canciones de todas sus facetas, no solo las más conocidas, sino también las raras y poco tocadas en vivo (que esta vez no hallaron lugar, como en conciertos anteriores). Es difícil destacar los temas más aclamados entre veinticinco éxitos: algo muy satisfactorio es que no hubo canciones más aplaudidas (como pudieron serlo Ni tú ni nadie o A quien le importa), sino que todas tuvieron una reacción muy cálida y que, con tanta buena vibra, supieron a poco en un tiempo que transcurrió demasiado rápido.
Definitivamente tener en el mismo concierto temas de discos legendarios (Canciones profanas, Deseo carnal...) con otros mucho más recientes (Naturaleza muerta, Arquitectura efímera…) ha sido una experiencia demasiado estimulante, casi paranormal que a muchos nos dejó flotando en éxtasis, como canta Alaska en Electricistas. Afortunadamente no faltaron la motosierra de La funcionaria asesina ni la quasi-plegaria kitch de Quiero ser santa. Gracias a la música, otro sueño cumplido.


Repertorio del concierto:

1ª parte
Miro la vida pasar (Fangoria, Arquitectura efímera)
Un hombre de verdad (Alaska y Dinarama, Deseo carnal)
La funcionaria asesina (Alaska y Dinarama, No es pecado)
Mi novio es un zombi (Alaska y Dinarama, Fan fatal)
Bote de colón (Alaska y los pegamoides, homónimo)
Bailando (Alaska y los pegamoides, Grandes éxitos)
Quiero ser santa (Alaska y Dinarama, Fan fatal)
Descongélate (Alaska y Dinarama, Fan fatal)
La pequeña edad de hielo (Fangoria, Absolutamente)
Rey del glam (Dinarama + Alaska, Canciones profanas)
El cementerio de mis sueños (Fangoria, El extraño viaje)

2ª parte
Cómo pudiste hacerme esto a mí (Alaska y Dinarama, Deseo carnal)
Hombres (Fangoria, Naturaleza muerta)
Criticar por criticar (Fangoria, El extraño viaje)
Retorciendo palabras (Fangoria, Arquitectura efímera)
No sé qué me das (Fangoria, Naturaleza muerta)
Más es más (Fangoria, Absolutamente)
Absolutamente (Fangoria, Absolutamente)
A quién le importa (Alaska y Dinarama, No es pecado)
Ni tú ni nadie (Alaska y Dinarama, Deseo carnal)

3ª parte (Bis)
Electricistas (Fangoria, Una temporada en el infierno)
Hagamos algo superficial y vulgar (Fangoria, Salto mortal)
Eternamente inocente (Fangoria, Naturaleza muerta)
La mano en el fuego (Fangoria, Arquitectura efímera)
Perlas ensangrentadas (Dinarama + Alaska, Canciones profanas)